MUSEO MOLINO-ROMANO
En la actualidad, Oficina-Museo, en la que se puede descubrir las costumbres y tradiciones de Alcalá del Valle a lo largo de la historia.
HORARIO: De miércoles a viernes de 9.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 18.00 horas // Sábados y domingos de 9.00 a 14.30 horas
Teléfono de contacto: 856 099 233
LA ALMAZARA FUENTE GRANDE.-
A lo largo del valle, entre los relieves de las Herrizas al este y de los Llanos al oeste, discurre el arroyo del Molino hacia el Guadalporcun, afluente del río Guadalete, la principal red fluvial de la provincia. El Guadalete, como vía de comunicación, y el olivo, como cultivo, están ya vinculados en época romana y forman parte aún de nuestro paisaje. Este yacimiento arqueológico es testimonio de ello. Forma parte de un asentamiento rural que se extiende por las laderas occidentales de las Herrizas, en torno a los 610 m de altitud, junto al manantial de Fuente Grande.
En el 2001, durante las obras de construcción de una escalinata de acceso público desde la calle Real hasta la calle Primero de Mayo, tuvo lugar el hallazgo de diversas piezas arqueológicas, entre las que llamaron la atención por su singularidad, los tres capiteles corintios. Las excavaciones arqueológicas permitieron la documentación de estas estructuras, relacionadas con una prensa de aceite de época tardorromana. Las referencias de otros hallazgos en este mismo entorno, nos evidencian que esta zona industrial formaba parte de un asentamiento más amplio, tipo villa.
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LAS FUENTES DE ALCALÁ DEL VALLE.-
Qué duda cabe que los diversos manantiales de agua que existieron en el exiguo término que poseía nuestro pueblo durante toda la Edad Moderna fueron determinantes para el origen y desarrollo histórico de nuestra localidad en el lugar donde hoy se asienta. Al margen de los arroyos y cursos de agua que discurren por el interior del propio núcleo urbano y que se unen para dar nombre al Guadalporcún como un afluente más del Guadalete, las fuentes o nacimientos de agua dulce con los que contó Alcalá en sus proximidades se conformaron desde un primer momento como recursos hídricos fundamentales para todo tipo de aprovechamientos, que iban desde el propio consumo humano y animal, hasta la higiene y el uso agrícola e industrial.
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